sábado, 28 de abril de 2012

Los carnavales de "El Callao"


¿Cuál es la fórmula mágica que puede unir a unas venezolanas viajando a los carnavales de Brasil y a unos europeos de camino a los carnavales mas famosos de Venezuela?






Efectivamente, ¡el autostop!

Fué tras una traumática experiencia en la estación de autobuses de Caracas, como conocimos a Candy y a su madre, Eloisa. En un acto de impulsividad se habían propuesto ese mismo día, ir a conocer la fiesta más importante del país vecino, mientras que nosotros, no nos queriamos perder los carnavales de "El Callao", los más famosos del país.

Lo bueno de todo esto, esque ambos destinos compartian el mismo camino, por lo que pudimos disfrutar de su compañia por un par de días. Unas semanas después, el destino se encargaria de volver a unirnos...






Unos 300 kilometros al sur de Ciudad Bolivar y varios pulgares aireados más tarde, nos situaron en "El Callao", población a orillas del rio Yuruari.





Quien ose preguntar a alguno de sus ciudadanos, que es lo que hace especial a "El Callao", no tendrá más remedio que pagar una ronda y acomodarse, ya que su interlocutor comenzará a relatar una tras otra, lleno de orgullo, las cualidades y encantos de esta pequeña población del noreste venezolano.

Al igual que otras muchas ciudades, esta en concreto atrajo a sus pobladores gracias al rico tesoro que escondían sus profundidades. Las minas de oro fueron el cebo perfecto para los numerosos antillanos que se trasladaron hasta aquí, seguidos posteriormente por: ingleses, españoles y franceses. Su nombre, no en vano se debe al descubridor de una gran mina aurífera, que guardó en secreto la localización de esta. 



La iglesia anglicana fué fundada en 1911



El legado que todos ellos dejarían, sería mucho mayor que incontables sacos llenos del famoso metal precioso.

Hoy en día pasear por "El Callao" sin perderse es todo un acto de proeza, ya que las casas de las familias mineras fueron construyéndose sucesivamente, conforme el dinero iba llegando y sin ningún tipo de orden, por lo que terminó convirtiéndose en un laberinto de calles y cuestas que solo los locales consiguen descifrar.

Por otra parte, todavía pueden visitarse antiguas edificaciones, como la iglesia anglicana, que data del año 1911 y que ha sido declarada patrimonio cultural.

El paso de culturas tan dispares hizo que hasta hace poco se entremezclaran en una misma familia múltiples lenguas, llegando a hablar entre ellos: inglés, francés, español e incluso portugués.

Y no solo eso, más de una vez nos contaron que fue aquí, en "El Callao", donde se jugó a futbol en Venezuela por primera vez.






Aunque sin lugar a dudas, si de algo estan orgullosos los callaoenses es de su música.

El Calipso tuvo su nacimiento en Las Antillas y fueron los propios antillanos los que importaron este género musical, pasando de ser un ritmo lento y meloso a uno rápido y lleno de energía.

Es tal la importancia, que al Calipso de Venezuela se le conoce directamente como Calipso de "El Callao" y de esta población salen prácticamente todos los grupos y compositores de Calipso. Esto condiciona que la música tenga claras influencias del lugar, así no solo se relatan los problemas de la vida cotidiana con los que se enfrenta un callaoense, sino que se hace en las lenguas citadas anteriormente ¡De ahí mi sorpresa al escuchar esta música venezolana tanto en inglés como en portugués!


Habréis deducido por el título de la entrada que no solo de historia y cultura ibamos a hablar... el Calipso fue traído de la mano de inmigrantes de las antillas y estos a su vez de esclavos africanos, y con él, la fiesta del carnaval.

El carnaval, era en su momento la excusa perfecta para la preparación de bebidas y platos caseros; asi como para: cantar, tocar, danzar, actuar en obras de teatro, contar cuentos y leyendas e incluso para la práctica de ritos.
Pero sin lugar a dudas, el carnaval era momento de fiesta, de olvidar todos los problemas y de salir a la calle a celebrar la vida misma, sin ningún tipo de retraimiento o prohibición.

Creedme cuando os digo que esta tradición se ha mantenido viva hasta nuestros dias...¿Os animáis a comprobarlo?

Seguid leyendo...



Bienvenidos a los carnavales de "El Callao"


Cinco dias de fiesta ininterrumpida que tienen su auge en los dos últimos. Es este motivo suficiente para que las poblaciones vecinas y lejanas se movilicen hasta "El Callao" en esta época del año.

Con más protección militar, debido a los altercados del año anterior que se saldaron con un fallecido, este año no iba a ser diferente, la ciudad era un hervidero de gente. Los menos previsores improvisaban un campamento en las afueras o directamente no descansaban.






Sobre todo en los primeros dias, hay que andarse con ojo, ya que tradiciones antes reservadas a los esclavos o gente de clase baja, hoy en día son llevadas a cabo por cualquiera. Que se lo digan al pobre Kimmo y a una servidora...¡no durábamos ni un minuto secos!






Esperando a las primeras comparsas, comprobamos que Venezuela sigue siendo una de las mayores fuentes de reinas de la belleza; peeeero, puntualizaré que: vestimenta, silicona y horas de maquillaje puede que ayuden, ejem, ejem...


Desde pequeñas se inculca la pasión por ser la mas hermosa


Una de las Madamas


Incluso tuvimos tiempo para entrevistas de televisión y de radio. Lo sorprendente era, que a pesar de la magnitud de la fiesta, ¡eramos los únicos extranjeros alli! Y no, Kimmo no suele pasar desapercibido...


Kimmo a punto de arrancarse una jota ante la televisión venezolana


Poco a poco la gente se iba agolpando en las aceras...









La expectación iba en aumento y la muchedumbre comenzaba a empaparse de la alegría de la fiesta...








Pequeños, mayores, personas y animales, todos ilusionados ante el comienzo del...








...¡¡CARNAVAL!!






La tierra comenzó a temblar, cuando de repente, de entre la muchedumbre surgió la primera de las muchachas envuelta en plumas.

No era un terremoto, pero los tambores y gigantescos altavoces simulaban perfectamente su efecto, pues no solo el estruendo era ensordecedor, sino que el ritmo de las maracas y los cuatros, incitaban a cada uno de los allí presentes a comenzar a mover los pies y el culo a ritmo de Calipso.






Cuando hizo su entrada la comparsa en honor a "La Negra Isidora", la plaza se lleno de mujeres embutidas en coloridos vestidos. Eran las madamas, evocando con sus trajes a las matronas de las islas antillanas y rindiendo honor a la reina del calipso: Isidora Agnes; ya que como ellas mismas cantaban: "Isidora is Callao Calipso Queen".






Fue esta una comparsa divertida, a la vez que emotiva por su gran significado.

Isidora era una persona muy querida, que siempre luchó por los derechos de los callaenses y que promovió las comparsas y los carnavales hasta el día de su muerte. Nada más entrar en la población, se puede ver una gran pintura que ilustra esto.







Por supuesto no podían faltar las carrozas...





Ni las mujeres venezolanas...





Entre las figuras mas queridas del carnaval se encuentran los "Medio Pintos".

Estos son unos personajes cubiertos completamente de negro que se pasean por la ciudad aproximadamente a partir de media noche, pidiendo un donativo a cambio de no ser pintado. En sus tiempos solía ser medio bolívar, moneda que no posee valor alguno en la actualidad y por tanto difícil de encontrar, por lo que el tradicional: "medio bolivar o te pinto"; ha pasado a ser: "te pinto" o "bueno, si me das unos bolos no te pinto".

Como podéis comprobar en las siguientes fotos, se puede adivinar fácilmente por donde ha pasado un "Medio Pinto" y quien ha sido un "ratilla"...


Si, si, seguro que salieron a comprar el pan a las 7 de la mañana...





He de reconocer que la figura del "Medio Pinto" me inspiraba auténtico terror al principio, debe de ser que lo relacioné con las historias del "Coco", que me contaban de pequeña para que durmiera, o quizás me imaginaba frotando mi piel durante semanas, para que saliera toda esa pintura negra...

Por lo menos sabía que necesitaban de un permiso especial para ejercer de "Cocos"...digo de "Medio Pintos", y que estaba prohibidísimo pintar por la mañana, de ahí mi valentía para echar tan de cerca la foto, ¡de cerca y a la luz del día!






Más tarde comprobaría que en verdad eran buena gente, que además bailaban bien y que no solo me iba a pegar semanas sudando negro por todos los poros de mi piel, sino que me tocaría frotar la ropa una y otra vez...






Como muestra un botón: ¡la edad no importa para disfrutar del carnaval!








Kimmo tuvo oportunidad hasta de reencontrarse con su hijo, o al menos eso aseguraban las señoras que le pillaron por banda...


¡Blanquito! ¡¡Este niño es tuyo!!


Otra de las entrañables figuras del carnaval en "El Callao" son los diablos que encabezan las comparsas.






A lo largo del año, las distintas escuelas de diablos: negros, blancos y rojos, preparan a sus alumnos para este momento.

Encabezando cada una de las comparsas, los pequeños diablillos sacuden sus látigos ante la atónita mirada de los espectadores y se encargan de que las bailarinas puedan desfilar tras  ellos sin problema.






No solo son los encargados de abrir paso a la comparsa, sino que lo hacen danzando y con máscaras fabricadas artesanalmente. Algunas de estas máscaras llegan a medir varios metros y a pesar una no despreciable suma de kilos, por lo que los protagonistas de darles vida, deben estar en una buena forma física.





Además de estar atento a los latigazos que puedes recibir si te acercas demasiado, hay que estar alerta ante las llamaradas que sueltan algunas de las máscaras, pues estos diablos no se andan con chiquitas.






Siguiendo a los diablos van las bailarinas, quienes engalanadas con: plumas, tacones, tocados y todo tipo de extravagancias; y moviendo sus caderas sensualmente al ritmo del calipso, intentan acaparar la atención de los allí presentes.






Tanto cumplen su cometido, que a pesar de intentar complacer a todos los espectadores, posando con ellos en las fotos, muchas eran las que "las pasaban canutas" para poder avanzar en la comparsa. Menos mal que siempre aparecía algún diablillo en su ayuda empuñando el látigo.



Los trajes de las bailarinas tienen claras influencias de la vecina Brasil


Como anécdota contaré, que mientras que Kimmo y yo tomábamos fotos de las comparsas, era costumbre que hubiera a nuestro alrededor un grupo de gente haciéndonos fotos a nosotros, y esque no debía de ser muy común ver a extranjeros por allí.






Aunque de primeras todos pensaban que eramos "gringos", es decir estadounidenses. Más tarde aclarábamos que yo era española, (¡¡Ohhhh!!!! ¡¡española!!! ¡¡me encanta España!!¿¡De que parte eres?!) y que Kimmo era finlandés (ah...si...frinlandres...cri, cri...cri, cri...).

Especialmente gracioso fue una de las veces, cuando tras decir que era española, las adolescentes callaron, se miraron entre ellas y de repente empezaron a gritar y a abrazarnos, como si fuésemos actores de Hollywood...en fin, hay gente para todo...






Una vez dejadas atrás a las plumíferas bailarinas, uno ve aproximarse unos gigantescos altavoces que ayudados por unas ruedas, son empujados por varias personas.

Y es justo detrás de ellos donde están situados los músicos, los auténticos protagonistas del carnaval y creadores del hipnotizante ritmo que todos bailan sin cesar.






Micrófono en mano, los cantantes caminan a la vez que ponen letra a la melodía que: tambores, maracas y cuatros emanan sin descanso.

Por último, en una fila infinita que aumenta progresivamente conforme la comparsa avanza, cientos de personas se amontonan bailando al unísono, en un estado de trance que parece responder únicamente al ritmo que marca el calipso.





Y aunque el carnaval se celebra las 24 horas del día, es indiscutible, que su momento de apogeo llega al bajar el sol...


¡Ya estoy practicando para el año que viene!



Las comparsas no paran de tocar durante toda la noche, encontrándose entre ellas la comparsa de agricultura, una de las más famosas, ya que es "la última que sale, pero a la vez la primera del día".
No pasare a relatar los motivos de porque no hay fotos de ella, digamos que forman parte de las "historiasnoaptasparablog"...



Una de las gigantescas máscaras con fuego incorporado



Como único altercado, cabe nombrar el registro "express" que sufrimos por parte de la policía en un callejón perdido de la mano de dios.

A pesar del manoseo gratuito que sufrí y que me hizo dudar sobre el propósito de ese registro, no tuvimos ningún otro problema. Y esque habian sido muchas las personas que nos habian advertido de los problemas con la policía y del peligro que tenia visitar los carnavales de "El Callao".

Como las mayoría de las veces, todo quedo en simples habladurías...


Señoras y señores...¡¡Kimmo aprendió a bailar!!


Y si en algo tuvimos suerte, fue en encontrar amigos. Todas las noches sin excepción un grupo de venezolanos nos invitaba a compartir unos bailes con ellos y unos minutos después ya eramos unos integrantes más. 


¡¡Que buena gente estos venezolanos!!


Sin lugar a dudas y de forma inconsciente, habíamos sucumbido a la magia del carnaval...





Como disculpa por no haber hecho los deberes ultimamente, he preparado un video que os acercará más a esta gran fiesta que bien merece una visita.
Os aconsejo que le cambiéis la calidad en el icono con forma de rueda dentada (que aparece al darle a "play") y la pongáis en 720p, ya que gana bastante.


¡Un saludo a todos! ¡Espero que os guste!