Dia 237. Preguntando se llega a...Battambang

Battambang es una provincia del oeste de Camboya, su ciudad principal y a su vez la segunda ciudad mas grande del pais, posee el mismo nombre y hasta alli nos desplazariamos en autobus.

En la estacion de autobuses nos esperaban los mototaxis, los cuales nos vimos obligados a coger para llegar hasta el hotel. Hubo un momento en el que casi me caigo de la moto vencida por el peso de la mochila!

He dicho ciudad?? Cuando llegamos a Battambang tuve la sensacion de estar en un pequegno pueblo: tanto las pequegnas casas, como los caminos de tierra y la escasez de poblacion hacian preguntarme constantemente si era esa en verdad una de las ciudades mas grandes del pais.

Era momento de echar mano a una moto y utilizar todos aquellos conocimientos que adquirimos en su momento en Vietnam sobre el mundo de las dos ruedas.
Llenamos el deposito y nos dejamos llevar por los caminos de las afueras de la ciudad (no hace falta que diga que nos dejamos llevar, porque si, nos volvimos a perder y no teniamos ni idea de donde estabamos yendo...)

En esas estabamos cuando nos cruzamos con una pareja de ancianos que viajaban en su respectiva moto. Comence a conversar con ellos, solo hablaban frances y esque aunque eran originarios de Camboya, habian pasado la mayor parte de su vida en Canada. Tuvieron que huir cuando empezaron los problemas en Camboya, pero ahora, ya jubilados, habian vuelto para visitar su pais y la familia y amigos que todavia residian aqui. Les pregunte como encontraban Camboya despues de tantos agnos y me respondieron con un: "Uuuhhhhhh!!! Esta muy cambiada!!! Ahora es mucho mas moderna!!"
No pude disimular mi cara de: "Perdon, como ha dicho???"

En los alrededores de la ciudad se pueden visitar templos derruidos que datan de la epoca del reino Khmer, el primero de los templos que encontrariamos seria el de Wat Ek Phnom, construido alla por el siglo XI. A su alrededor decenas de puestitos con: souvenirs, refrescos y comida esperaban ansiosos la llegada de algun turista, y esque eramos los unicos que estaban visitando aquella zona...

Una multitud de nignos nos rodeaba, muchos de ellos se ofrecian de guias, otros chapurreaban ingles y preguntaban nuestros nombres, todos intentando sacarnos algun dolar.

Justo enfrente de las ruinas, se alzaba uno de los modernos templos, y al lado la figura de un buda que nunca se termino.

Perdidos por aquellos caminos de tierra nos llamo la atencion la cantidad de ONG's que hacian acto de presencia, casi todas enfocadas a la ayuda de los nignos, asimismo los nignos salian en nuestra busqueda corriendo detras de nuestra moto y esbozando entre risas: Hello!! Hello!! saludo que se veia reforzado cuando les contestabamos.

Con mas de 40 grados a la sombra, teniamos que hacer descansos para refrescarnos con agua de coco!

Cada cual usaba sus propios trucos para refrescarse, y la poblacion local usaba el socorrido rio para no morir de insolacion. Al igual que pasaba en Vietnam, aqui la gente se bagnaba vestida, usando las chicas un "sarong", que viene a ser mas o menos una falda hasta los pies.

Y seguimos perdiendonos...Noooo!! Como vamos a necesitar un guia!! Esto lo encontramos en menos que canta un gallo...Y si, lo encontramos, pero dando mas vueltas que un pirulo y haciendo uso constantemente de mis nociones de mimo, porque de nuevo el ingles, no servia para nada. Lo volveria a repetir de la misma forma si tuviera ocasion, ya que fue en aquellos momentos de desesperacion cuando mas contactamos con la poblacion local y donde nos mostraban su cara mas amable.

Nuestro segundo destino seria Phnom Banan, en lo alto de estas 358 escaleras de piedra se encontraba otro de los templos, en el cual segun cuentan, se inspiraron para construir Angkor Wat.

Era bonito, pero no nos pasemos!!

Llegamos al tercer y ultimo de los famosos templos: Phnom Sampeau. Desde la base de la montagna no teniamos ni idea de como ni cuanto costaria llegar a la cima, que era donde se encontraba el templo, y a pesar de que uno de los guias nos juro y perjuro que estaba a mas de una hora y que era practicamente imposible llegar sin guia por la dificultad del camino, hicimos oidos sordos y nos aventuramos hacia la gran cuesta que se presentaba ante nosotros...5 minutos despues llegabamos a la cima, ala tira! Que ya le vale!

Mas que el templo, llamaban la atencion las impresionantes vistas que proporcionaba la montagna. Y esque era la tipica imagen que tenia de Camboya: tierra roja como el fuego con palmeritas muy altas.

Al final de unas tortuosas escaleras se encontraba una cueva con dos extragnas figuras a las que los monjes rezaban. Extragnos pajaros, murcielagos y monos sobrevolaban los arboles de alrededor, ningun otro sonido interrumpia la paz del lugar.

Y fue entonces cuando a Kimmo le atacaron dos de los tipicos problemas de este viaje: La quemadura por el tubo de escape y los monos!!
Se encontraba el tan tranquilo haciendole una foto a uno de estos simpaticos monos...cuando uno se le tiro encima! Tuvo el tiempo justo para estirar la garra y salir corriendo! Monos:2-Kimmo:0
A Kimmo no le hizo mucha gracia, pero tanto los locales como yo nos estuvimos echando nuestras buenas carcajadas!!

"Magnana mismo me pongo a dieta"

"Me quiere, no me quiere..."

Y como viene a ser la norma en el sudeste asiatico, el dia termino con un cielo en llamas.

Esa noche visitariamos otro mercado, en el que debido a la falta de electricidad la gente vendia sus productos a la luz de las velas!(o igual lo hacian para que no se viera la carne en putrefaccion...)

Mentiria si digo que no nos quedamos un dia mas en battambang para montarnos en el tren de bambu...no se si recordareis el juego de "HUGO", si ese que ponia Carmen Sevilla en mitad del telecupon todos los dias...bah, que poca memoria que teneis!! Bueno, pues el mugneco ese me marco, asi que se me metio entre ceja y ceja que tenia que montarme en el dichoso trenecito.

El famoso tren de bambu, no tiene mayor misterio que: unas tablas de bambu, 4 ruedas y un motor. Los locales lo utilizaban antes como medio de transporte, pero poco a poco se ha dejado de utilizar pasando a ser simplemente una atraccion turistica, algo mucho mas rentable, ya que si los locales usan el tren pagan unos 25 centimos cada uno, mientras que si lo hacen los turistas vienen a ser unos 10 euros...casi nada!! Tras mucho regateo y esperar sin exito a que un local cogiera el tren, decidimos montarnos.
Que le doblara en edad al conductor no me dio la mas minima seguridad, pero de perdidos al rio...total, la caida no parecia ser muy peligrosa!

Aqui teneis a Hugo :)

Y aqui a Kimmo con cara de velocidad!

A mitad de camino hicimos una parada, donde para variar el rubio volvio a ser el centro de atencion de los nignos.
Tambien lo fue para unos periodistas que iban en otro tren de bambu: Un finlandes con una camiseta de futbol africana?? Asi comenzamos a hablar con ellos y nos explicaron que eran unos periodistas canadienses buscando como habia evolucionado la ingenieria en estos paises tan poco desarrollados. La gente alucinaba con las super camaras y microfonos que llevaban, y yo tambien: "alaaaa, soy periodistas!!! Que guayyyy!!"

Pero no pudimos hablar mucho mas, tocaba volver al punto de partida, y fue entonces cuando experimentamos en vivo "las leyes de los trenes de bambu", las normas son sencillas: si en un tren va una persona y en la otra dos, se tiene que desmontar el trenecito en el que va una, si son dos trenecitos en la misma direccion y uno en la contraria le toca a este ultimo...si, tuvimos que desmontar el nuestro!!

Pero tranquilos, no fue tarea complicada...lo dificil fue volver a arrancar, menos mal que vino otro trenecito por detras que nos empujo durante todo el camino: "oye, por esto nos haras descuento o que?!"


Tras la aventura del tren de bambu dejabamos atras Battambang y retrocediamos en la historia hasta los tiempos de Angkor y el pueblo Khmer...

Nota: Chabi, te dedico esta entrada con mucho carigno :) Te lo prometi!! Muchos besos! Y no dejes de escribir comentarios, porque sino este blog pierde toda su gracia!