Dia 239. Una aldea en las alturas

El bus nos dejo en Siem Reap, localidad mundialmente famosa por albergar los templos de Angkor.
En nuestro primer dia en la ciudad nos propusimos visitarlos, pero la magnana no comenzo nada bien..

Alquilamos un par de bicicletas, las mas cutres por supuesto! Lo que sea por ahorrarnos unos centimillos. Como decia los animos no estaban para echar cohetes, estaba yo en una de mis rabietas: "porque blablablablal....y fijese usted, blablablal!!!" Cuando de repente Kimmo, haciendo oidos sordos a mis protestas se quedo ensimismado mirando mi cabeza...

"Se puede saber que estas mirando ahora??!"

Con un tembloroso dedo que me segnalaba y ojos tan abiertos que parecian salir de sus orbitas, me grito un: "pero que tienes en el pelo!!!!??"

Mi reaccion fue sistematica: AAAAAHHHHHHHHHHH!!! QUITAMELO!! QUITAMELO!!! El resto os lo podeis imaginar: saltos, el pagnuelo de la cabeza al suelo y con el este simpatico bichito:

Antes de que me pregunteis: ni idea de como llego hasta mi cabeza!!
Asi que lo que en principio pintaba como "un dia de morros" desembocaba en carcajadas por parte de los dos y el consecuente cachondeo durante todo el dia...no hay mal que por bien no venga!

Ese dia visitariamos el complejo de templos de Roluos, ya que aunque esten situados a 13 km de Siem Reap, forman parte de los templos de Angkor, de hecho fueron los primeros en construirse, asi decidimos llevar un orden cronologico en nuestra visita.

No parecia muy dificil...13 km se hacen en "na"

"El pickup, medio de transporte local"

"Y la moto, el medio de transporte familiar!"

Aun amenizados por las motos que pasaban con cerdos vivos en sus espaldas, el camino fue una autentica tortura: pedaleando bajo el sol abrasador subiamos cuestas y mas cuestas con aquellas bicicletas de ciudad que se empegnaban en hacernos la tarea mas dura...
Motos, coches, camiones, incluso gente andando nos adelantaba al mismo tiempo que nos dedicaban una sonrisa, todavia no se si: de animo, de lastima o porque en realidad se estaban partiendo de la risa...

De nuevo preguntando constantemente llegamos a Roluos!! Donde descubririamos que el unico punto de compra de tickets para el complejo se encontraba en la entrada de Angkor...es decir: 13 km, una buena sudada, 50 cerdos y 300 risas atras...mierda...y ahora que hacemos??

Esto fue lo maximo que pudimos admirar de los templos ese dia, ya que a pesar de debatirnos entre multiples opciones: desde sobornar al vigilante, hasta ir y volver. Finalmente nos resignamos a cambiar los planes y dejar los templos para el dia siguiente.

Parecia un camino simpatico, agradable, asi que Kimmo que habia leido acerca de "Kompong Khleang", una aldea contruida sobre palos, propuso ir hasta alli con las bicis. Ves, si para todo hay remedio!!

Si, el camino era simpatico, pero tambien: abrasador, desolador y lleno de rocas, arena y socavones!!!
Hubo momentos en los que teniamos que arrastrar las bicis por la arena del camino, e incluso llevarlas en volandas, porque no habia manera humana de rodar por esa superficie!! A todo esto eran las 2 de la tarde en un pais que se encontraba en plena temporada seca...y nosotros con una botella de agua para los dos, oleeee que arteeeee!! Vamos, que casi nos morimos de deshidratacion.

"A la rica sandia!"

"Los gorrinos en primer plano(os juro que estaban vivos!)"

Lo unico que nos animaba a continuar eran las personas que nos cruzabamos y nos saludaban constantemente entre sonrisas, mejor aficion que la del "tour de francia"!

En una parte del camino un hombre se ofrecio a llevarnos en moto (pagando, todo sea dicho). "Bien chico! En moto? Que no, que no, seguro que no falta mucho..."

"Buenos jamoncicos sacariamos del cochino este..."

Horas y horas despues, ya colorados llegamos a lo que parecia un rio. Normalmente la gente utiliza el barco para llegar hasta la aldea que buscabamos, ya que el camino es peor que horrible, pero ni siquiera osamos preguntar...

En los pocos tramos en los que quedaba agua estancada, la gente utilizaba redes para sacar los ultimos frutos de este casi extinto rio.

Casi a punto de dar media vuelta, cuando ya ninguno de los dos dabamos un duro por ello...lo encontramos!!! Dias despues descubririamos que si apenas llegan turistas a este sitio es por su dificil acceso, que queda limitado al transporte en barco en temporada de lluvias, porque claro, viajar alli en bicicleta seria casi un suicidio...miaumiaumiau...

"Un nigno nos ensegna victorioso sus peces"

Efectivamente, no habia turistas!! Los nignos del pueblo se mostraban entusiasmados con nuestra llegada, y esque pocas veces llegan occidentales hasta alli.

Palos gigantestos sostenian las casas de la aldea y a pesar de jurarme y perjurarme que era un sistema completamente seguro...chico, pues que no me daban mucha confianza!
Al principio me parecio que todo estaba exageradamente alto, despues me explicarian que en temporada de lluvias el agua llega a cubrir casi la totalidad de los palos.

Mientras los nignos correteaban a nuestro alrededor y muchos adultos nos daban una grata bienvenida, unos pocos nos miraban de forma desconfiada: "mmmm...que se les habra perdido a estos aqui..."

Las gambas se secaban al sol en mitad de la calle principal mientras gallinas las pisoteban y perros las olisqueaban.

Cruzamos a la segunda parte del peculiar pueblo, donde nos encontramos una escuela que se sacaba adelante gracias a donaciones de extranjeros. A decir verdad, no se si estudiarian mucho, porque los nignos estaban todo el rato por la calle...eso si, llevaban los uniformes puestos.

Lo bueno del sudeste asiatico, esque la gente hace de la calle su hogar y todo lo que haga falta, como por ejemplo un improvisado campo de voley!

O una peluqueria...

Los nignos son los mas prevalentes en el pais, sobre todo en el area rural. Esto conlleva a la incapacidad de las madres de cuidar de todos sus retognos, tambien para esto han encontrado solucion: esta consiste en que los hermanos se cuiden entre ellos, asi se establece un orden en el cual el primogenito cuida a su hermano y este segundo al tercero, dando a veces situaciones tan insolitas en las que una nigna de 5 agnos cuida a su hermano de 1 agno como si fuera una "minimami".



En lugares como estos la gente no dispone de cosas tan basicas como electricidad, y a pesar de la gran ayuda por parte de ONG's de todo el mundo, que segun comprobamos han mejorado un poco la situacion, los nignos tienen que ingeniarselas para disegnar sus propios juguetes.
En la imagen superior dos nignos juegan a lanzarse las chanclas de papa, en otras ocasiones juegan a las carreras de caballos con un palo como corcel o utilizan latas de conservas para hacerlas girar por el suelo. Lo que cuenta es la imaginacion de cada uno!
Mi voto para que a todos los nignos enganchados a los videojuegos les cambien la play por una lata de atun! A ver como se las ingeniaban...poca imaginacion me parece a mi que les queda a estos muchachos...


Y los nignos, como nignos que son, y movidos por una curiosidad innata nos perseguian haciendo circulos a nuestro alrededor e intentando mantener algun tipo de contacto con nosotros. Como anecdota contare como uno de los pequegnos vino hacia nosotros y Kimmo le dio la mano a modo de saludo, acto seguido se fue corriendo y empezo a darle la mano al resto de los nignos de su pandilla!! Lo que me estuve riendo!! Y no solo eso, sino que comprobe, hasta donde calan las acciones de los extranjeros que se pasean por estos reconditos lugares, a partir de ese momento pondria mas cuidado en todos mis actos.

"Seguidme y os guiare hasta el tesoro!"

Solo quedaba volver a Siem Reap...como? No teniamos ni idea!! Calculabamos con suerte unas tres horas pedaleando y arrastrando las bicis, encima ya estaba atardeciendo...
De pronto vimos un "tuk-tuk" en mitad de la aldea.

"Eink? Que hace aqui un tuk-tuk?"

Hablamos con el conductor y nos explico que habia llegado hasta alli con una pareja de franceses y que iban a regresar en breves a Siem Reap. Asi que tras una charla con los dos franceses y una negociacion con el conductor, termino apagnando nuestras bicis para poder transportarlas.

Continuamos jugando un rato con los nignos que improvisadamente empezaron a cantar una cancion a ritmo de palmas y reian descontroladamente mientras bailabamos como si nos estuvieran dando descargas electricas.

Ya montados en el tuk-tuk nos despedimos de todos aquellos nignos que tanto nos ensegnaron, y esque ademas de contagiarnos su alegria, nos hicieron ver una vez mas lo poco que necesita uno para alcanzar la felicidad.

Todavia teniamos por delante una hora y media de tuk-tuk. En el camino tuvimos que empujar varias veces e incluso en determinados momentos vimos en peligro nuestra integridad fisica. Los dos franceses nos mostrarian los puntos en los que el tuk-tuk habia volcado en la ida y volvimos a cruzarnos con las personas que les cobraron dinero para poder cruzar un puente y que volvieron a intentarlo sin exito.

Sin lugar a dudas merecio la pena perder un dia de templos y adentrarnos en aquella aldea, pues todavia a dia de hoy sonrio al recordar aquella bonita tarde...